Efectos de la vuelta a la calma

Una correcta sesión de entrenamiento debe incluir diferentes partes. Lo primero sería realizar un calentamiento previo a la parte principal que nos preparé tanto a nivel fisiológico como psicológico y una vuelta a la calma después del ejercicio para que los deportistas puedan recuperarse para otras sesiones de entrenamiento.

Existen diferentes métodos y estrategias para realizar la vuelta a la calma que pueden ser pasivas o activas y que dependen de la modalidad deportiva y del entrenador en cuestión.

En una revisión sistemática sobre los efectos psicofisiológicos, el rendimiento, lesionales y de respuesta adaptativa a largo plazo analizaron diversos estudios sobre la recuperación llevada a cabo a través de diferentes protocolos y su efecto en la recuperación y rendimiento.

En general, una vuelta a la calma activa no parece ser eficaz para reducir el dolor muscular después del ejercicio (agujetas). No afecta significativamente la recuperación de la función de neuromuscular aunque si hubo pequeños cambios.

Tampoco ayuda a la disminución del rango de movimiento (ROM) ni el aumento de rigidez musculo-tendinosa (stiffness) después del ejercicio.

Lo que sí está más o menos claro es que ayuda a una eliminación más rápida de lactato en sangre con una intensidad de ejercicio baja y/o moderada y puede beneficiar a una recuperación más rápida del sistema cardiovascular y respiratorio después del ejercicio.

La duración media de la vuelta a la calma debe durar entre 5 y 15 minutos e incluir actividades de baja intensidad.

Parece ser que una recuperación activa produce mayores beneficios para la recuperación en comparación con una recuperación pasiva. Sin embargo, son necesarios más estudios para comprobar estos efectos.

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